Todo niño es inocente hasta que prueba el amargo sabor de la vida.
Todo monstruo tiene su pequeño corazón y sentimientos.
Todo acto tiene una motivación.
Toda motivación tiene una intención.
Intenciones buenas, intenciones malas, da igual las palabras, el contexto o el concepto que se utilice.
Las intenciones surgen del corazón de los hombres y de la fuerza de sus sentimientos.
Y no hay sentimientos mas fuertes que los de un niño intentando recuperar lo que mas quiere. La edad de la inocencia toca a su fin junto con el universo.
Memento Mori.
Después de leer estas palabras puede surgir la pregunta ¿que pretendemos? No pretendemos crear solamente un videojuego divertido estilo mata mata. Queremos transmitir una historia cargada de emociones y sensaciones. Recurriendo al sentimiento más grande que existe, el amor y su perdida, causante de los más bellos actos de la historia pero también de las mayores atrocidades. No hablamos de una historia de amor entre dos amantes, si no de un amor y un cariño más puro como es el que puede existir entre un niño y su abuela.
Este niño experimentará un sentimiento de ira y desesperación ante la muerte de su abuela. Cegado por estos sentimientos y el despertar de sus poderes sobrenaturales, se embarcara en un viaje de destrucción removiendo cielo e infierno con el fin de recuperar aquello que mas quiere. Perdiendo en el proceso la inocencia .